martes, 11 de julio de 2017

Yaxchilán. Chiapas.

Hola de nuevo!!

Hoy os voy a contar una excursión que no podéis dejar de hacer si vais a Chiapas. La zona arqueológica de Yaxchilán en la frontera de México con Guatemala, a orillas del río Usumacinta, el río más caudaloso de México y el más largo de América Central (ver mapa).
Nosotros fuimos desde Palenque en una excursión de un día.

No os lo perdáis!!

Entrada a las ruinas de Yaxchilán, Chiapas, México.




De las ruinas que hemos visitado en México, y son varias (Monte Albán, Tulum, Cobá, Teotihuacán, Palenque, Cholula, Malinalco,...) las de Yaxchilán son las más salvajes, parece que estás en la película de El Libro de la Selva, o en la de Indiana Jones y el Templo Perdido.  Lo primero por la ubicación y el acceso (sólo se llega en barco por el río Usumacinta, caudaloso, rodeado de selva y lleno de cocodrilos), segundo por no estar nada saturadas de gente, al contrario nosotros las visitamos practicamente solos, y, sobre todo, por su conservación, totalmente integradas en la selva y no completamente restauradas.

Nosotros fuimos en el coche que alquilamos para todas las vacaciones en Chiapas (ver entrada Palenque). Salimos desde el hotel temprano, tipo 8:30 am, y llegamos a las 10.30 am a Frontera Corozal, justo sobre el río Usumacinta, en lo que es la frontera  de México con Guatemala, desde donde tienes que contratar una lancha para que te lleve a las ruinas.

La carretera que tomamos es La Trinitaria-Palenque, México 307. Son 164 kilómetros, pero haces algo más de 2 horas, porque es una carretera con topes y donde atraviesas varios poblados, así que hay que ir despacito.

Ojo! Una vez en Frontera Corozal hay que pagar por el acceso a la comunidad, son 20 pesos por persona, y tenéis que llegar hasta el final de la carretera, casi llegando al río, porque ahí es donde está la caseta oficial del Centro Turístico Escudo Jaguar para contratar las lanchas /entrada a las ruinas. El coste de la lancha cuando fuimos nosotros (agosto 2015) fue de 200 pesos por persona ida y vuelta, pero no nos cobraron por nuestro hijo pequeño, de 6 años. No os dejéis engatusar por la gente que os quiere parar y ofrecer el traslado en lancha antes de llegar al sitio oficial.

El recorrido en lancha dura en torno a una hora a la ida (desde Frontera Corozal a Yaxchilán), y en torno a una hora y cuarto a la vuelta. Tú acuerdas con el lanchero el tiempo que vas a estar en las ruinas, y la misma lancha pasa a recogerte de vuelta (recuerda el número y nombre del "lanchero"). Nosotros le dijimos que nos recogiera en una hora  y media, ya que la idea era volver a comer a un restaurante en Frontera Corozal, y la visita más los recorridos
 en lancha suponen mucho tiempo (casi 4 horas en total)


Río Usumacinta



Entrada a ruinas Yaxchilán






Tips imprescindibles en esta excursión, especialmente en agosto, muy humedo y caluroso al ser la temporada de lluvias en México:  mucha agua/bebidas frías, calzado muy cómodo y de preferencia cerrado y con calcetines (vas a caminar por la selva) gorros/sombreros, mucho repelente de mosquitos y algún snack (especialmente si vas con niños). 
Una vez en la zona arqueológica hay algunas señoras a la entrada que venden bebidas, quesadillas o bolsas de papas. Pero poco más. 
Yo me llevé barritas enegérticas/cereales, plátanos y agua.

Os dejo el enlace a su página web para que podáis consultar todos los detalles de :

Zona Arqueológica de Yaxchilán

El horario de las ruinas es de 8 am a 5 pm. El costo de acceso a la zona arqueológica, a día de hoy, es de 65 pesos. Mis hijos no pagaron porque el acceso es gratuito para niños menores de 13 años. También están exentos de pago los jubilados, y los estudiantes con credencial vigente.

Yaxchilán es un exponente del apogeo de las "ciudades estado" mayas de México en el periodo del Clásico Tardío, del 600 a 800 d. C. La importancia de Yaxchilán está tanto en la belleza de sus construcciones, como en los textos  que se distribuyen en estelas, altares, dinteles e inscripciones. Narran alianzas o conflictos bélicos, pero principalmente contienen textos jeroglíficos y representaciones de los protagonistas, principalmente los gobernantes, Escudo Jaguar I (681 a 742 d. C.). Pájaro Jaguar IV (752  a 768 d. C.) y Escudo Jaguar II (771 a 800 d. C.).  


Las ruinas son inmensas, con muchísimo terreno, rodeadas y cubiertas de selva alta y verdísima, y con muchas construcciones. 
Lo que el público puede visitar está limitado a cuatro zonas: La Gran PlazaLa Gran AcrópolisLa Acrópolis Pequeña y La Acrópolis Sur.

A la Gran Plaza se llega a través del edificio 19, que se le llama El Laberinto, por la distribución de sus cuartos. Ya en la plaza encuentras el juego de pelota y pequeños conjuntos de edificios que,  parecen haber sido palacios. La gran estela 1 está en medio de la plaza mostrando a uno de los Pájaro Jaguar.

La subida por la escalinata que comunica la Gran Plaza con la Gran Acrópolis es empinada y resbaladiza. Hay que ir despacio y con cuidado. Es emocionante prque vas viendo como llegas a el impresionante edificio 33, el más bonito de todas las ruinas, en mi opinión. La escalera jeroglífica con dibujos de Pájaro Jaguar IV jugando la pelota, los dinteles, y una escultura decapitada de pajaro jaguar IV en su interior, son sus características más sobresalientes. 

Por senderos a través de la selva se llega a la Acrópolis Pequeña y Sur. Ambos senderos son empinados y cansados. Se tarda más de 20 minutos en llegar. De hecho, mis hijos mayores decidieron esperarnos abajo porque estaban cansads y con calor. El único que se animó fue el pequeño, que fue un crack en esta visita. Una pena, porque merece mucho la pena la subida, por los restos arqueológicos que encuentras, por las vistas de todo el complejo y la selva, y porque además puedes ver a los monos aulladores. En el Edificio 40 en la Acrópolis Pequeña hay restos de pintura mural. La Acrópolis Sur tiene dos plazas, y alrededor de ellas están los edificios.


El Laberinto, visto desde la Gran Plaza.

Ascenso a la Gran Acrópolis desde la Gran Plaza. Arriba el edificio 33.

Edificio 33, Gran Acrópolis Yaxchilán

Ascenso a la Gran Acrópolis y al edificio 33 desde la Gran Plaza
Arriba, donde están la Acrópolis Pequeña y Sur

Edificio en la Acrópolis Sur

A lo largo del recorrido descubres dinteles (grandes piedras verticales, tipo menhires) que cuentan la historia dinástica de los gobernantes Pájaro y Escudo Jaguar, y de la ciudad estado maya. En cada una de las zonas  destacan edificios grandiosos. De las esculturas, la de mayor importancia está en el edificio 33, la ya comentada figura decapitada del Pájaro Jaguar IV
Dice una leyenda lacandona que cuando la cabeza regrese a su lugar el mundo será devastado por los "jaguares celestes".
Mis hijos fascinados y asustados a la vez!!!



Estela en la subida al edificio 33


Estela de Pájaro Jaguar en la Gan Plaza

Río Usumacinta desde la Gran Plaza, en  ruinas Yaxchilán

Gran Plaza. Zona arqueológica Yaxchilán, Chiapas

Gran Plaza, ruinas Yaxchilán

La fauna del lugar es impactante, vimos unas arañas de tamaño descomunal y murciélagos dentro de el Laberinto. También vimos una araña naranja y negra con las patas peludas en la escalinata subiendo a la Gran Acrópolis (nos dijo un guía que era una tarántula.. pero no sé si para impresionarnos) 
Además, si te animas a subir a la Acrópolis Pequña y Sur puedes ver y escuchar a los monos aulladores.
Nosotros vimos varios en las ramas de los árboles, muy cerca. No se asustaron con nuestra presencia.


Araña en el Laberinto

Araña en la escalinata de subida a la Gran Acrópolis



Monos aulladores en la Acrópolis Pequeña  y Sur

De vuelta en Frontera Corozal comimos en un restaurante del Centro Ecoturístico Escudo Jaguar. Rodeados de vegetación y viendo el río al fondo. La comida sencilla pero rica. La verdad es que estábamos solos.
Sobre las 4 pm ya nos volvíamos a Palenque, con la idea de parar en Bonampak, otras ruinas pequeñas que están de camino, famosas por sus pinturas ...pero en este caso fue mi hijo pequeño el que se rebeló, que ya no quería ver más ruinas ni pirámides, que el quería irse a dar un baño en la piscina, que hacía mucho calor (lo que era verdad) y que no se bajaba del coche. Así que en este caso cedimos, cambiamos el plan y nos fuimos directos al hotel en Palenque para organizar la excursión del día siguiente, a las cascadas de Misol Ha y Agua Azul. El día fue incréible, precioso, distinto, educativo, y toda una aventura, pero largo. Me dio mucha rabia no haber parado en Bonampak, pero hay que elegir las batallas a ganar!!!

Yaxchilán como zona arqueológica es espectacular. No os lo podéis perder. Es auténtico. Literalmente México desconocido y maravilloso.

Espero que os haya gustado y, sobre todo, que os sirvan las recomendaciones.

No dudéis en comentar o preguntar cualquier duda, ya sea directamente aquí, en el blog, o en la página de Facebook que os dejo aquí:

Descubriendo México en familia

La próxima entrada seguimos en Chiapas, y nos vamos a la costa del Pacífico, en la playa de Puerto Arista, y las excursiones a Boca del Cielo y a los campamentos tortugueros. Podéis verlo aquí

No os lo perdáis!

Hasta pronto!
Os dejo alguna foto más de las ruinas de Yaxchilán, un México por descubrir:









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